Frente al nubarrón que viene
frente atenta, el navegante
sutil oído que detecta
lo que susurra la brisa
No hay prisa, navegante
parece oír como de lejos
y aunque queme este anhelo
este viaje ha de ser lento
Pecho bravo, el navegante
rema fuerte hacia el ocaso
tapa la bruma el futuro
mas el va hacia delante
Podrá llegar al puerto, acaso.
Descubrilo, navegante,
caminando está el camino
con los ojos puestos lejos
mas atentos a la senda
que te lleva a tu destino
Descubrilo, navegante
viajás seguro con tu Amigo
tené Paz, confiá y lanzate
serás de horizontes testigo
La vida es como un viaje. Nuestra barca puede verse sacudida por las olas, pero no estamos solos frente a ellas. Podemos cansarnos de remar, pero sólo perseverando llegaremos al horizonte. Puede angustiarnos lo lejano e invisible del puerto, pero tenemos la certeza de que está; y es poniendo todo nuestro empeño en cada remada, en cada pequeña yarda recorrida, que pisaremos tierra firme.
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