jueves, noviembre 29, 2007

Meldaj´s back!

Esta es la primera parte de una historia nueva de Meldaj. Mi personaje preferido tenía que volver, más teniendo en cuenta lo mucho que disfrute escribiendo su primera historia. Por otra parte, tenía una cuenta pendiente: nunca había escrito algo "romántico" (he escrito ciencia ficción, historias realistas, fantásticas, pero nunca algo en esta linea "cursi"). Pues bien, puestos a cumplir esa cuenta pendiente, la tentación de que esa historia la protagonizara Meldaj, con toda su falta de emotividad, era muy grande. Resultado, lo tendrán que sufrir una vez más. Basta de aclaraciones.


Extracto del diario de Meldaj, valiente Capitán del ejercito del Rey


24 días antes del solsticio de verano del año 1475.


Durante toda mi vida, he escrito mis pensamientos. Las palabras han sido vehículo para mis ideas. Esta vez, sin embargo, me propongo escribir mis sentimientos. Necesito hacerlo. Imperiosamente. Y esta vez no pretendan que el resultado sea algo coherente, porque muy probablemente no vaya a serlo.

Todo en mi se haya en paz, todo marcha bien en mi vida (es increíble la cantidad de batallas que hemos ganado), todo es alegría… excepto este “detalle” que me motiva a escribir.

He cometido el error más importante de mi vida, y no me puedo perdonar. Llegue tarde (demasiado tarde) a la mejor oportunidad de mi vida de ser feliz. Todo esto es culpa mía. Daría un reino por poder corregir ese error. Ah, si supieras lo que sufro, lo mucho que te quiero, lo mucho que te extraño, me darías otra oportunidad (o tal vez no… quién sabe). Si tan solo pudiese decirte lo que siento en este momento… pero no tengo esa oportunidad. No te interesa escuchar lo que tengo para decir, no ahora… amarnos a destiempo, ¡vaya ironía tan cruel!

Y si me escucharas, y me dijeses que si… sería feliz. Aunque si me rechazaras, no podría perdonarme nunca mi estupidez.

Vaya, necesitaba escribir, y ahora ya no se que más decir. No puedo darle forma a la gran mayoría de mis sentimientos. Pensar incluso que cualquier otro día no me hubiera gastado siquiera en plagar de paréntesis este texto lamentable. Lo hubiese quemado. Pero hoy no. Bienvenidos. Este es el costado más ¿emotivo? (bochornoso, más bien) de mi personalidad.

Ni siquiera sé cual es el propósito que me impulsa. Sinceramente no creo que vayas a leer esto. No intento convencerte de nada, pero me conformaría con que te quede alguna duda. Una duda pequeñita, una pequeña esperanza para mi.



Diantre que es cursi!! Prometo, el resto de la historia repunta, no es tan... asi! jaja esto es solo la primera mitad, paciencia!

martes, noviembre 27, 2007

Recuerdos

En el desamparo
del crudo y frío destierro
Se recompone
lo perdido en lo que fue.
Sutil desgarro
en ropa carcomida por el tiempo
Sin botones
ni monedas ni papel.
Entras fugaz, mano
en un temerario reto
Entre tablones
poder encontrar lo que ya fue.

Recuerdos de una memoria
de frente alta y misteriosa
sin más panorama que el no ver.
Y reconstruir de forma accesoria
lo considerado ayer en esta Historia
o en el mal uso del poder.
Se reconstruye lo perdido.

Y mirar la bruma azarosa
y alguien te tiende una rosa
tomas su mano y allí fueron tus pesares.
Ves recuerdos de colores
y comienza tu memoria a ser.

Viejo poema de arcón antiguo... tres años de encierro, esperando ver la luz. Hoy renace tímido, esperando aún la música para la que fue hecho (nada de metáforas; pura literalidad). Todavía se gesta desde su ser borrador; algún día tendrá un punto final.
¿De qué habla? Mucho tiempo tiene escondido... voy a tener que rendirle honores y llevarlo a la práctica haciendo memoria. Espero no confundirme demasiado, es difícil recordar lo que tenía en mente en ese entonces...
Y si no es recuerdo exacto, es de la mano de Alguien reconstruir ese recuerdo. Con una luz nueva, espero...

El ir buscando un recuerdo... desde la lejanía y la soledad... desde el peso de los años... el futuro anhelo hacia el ayer. Sin lujos ni realces. Sin nada ostentoso que mostrar. Y ese ir buscando, entre lo difícil, la propia historia...
Ese pasado de orgullo, pero de ceguera. Y el ir recordando eso tan lejano. Con lo bueno y lo no tanto, ir reconstruyendo...
Y ves cosas que te agobian, no hay duda; pero de la mano de Alguien las sorteas. Tal vez llenándolas de un nuevo significado...
Se abre el alba de la mano de Alguien. El pasado cobra luz (aún con sus sombras)..
Y ves con claridad.


No es memoria el rencor. No es memoria el odio.
Memoria es gratitud y valoración.
Memoria es respeto.
Sin restar dolor. Pero sin tampoco generarlo.
Memoria es honrar esa memoria
impidiendo prolifere lo que la mancha.
Memoria es el perdón
En honor de Aquél que Perdona,
De quien brota toda memoria...
Memoria es dar sentido de luz,
aún a lo más oscuro, en Él.

Te consumas, anhelo

Postergado por el tiempo,
Empolvado por los años,
Retrasados los momentos,
Y tan lentos los peldaños
Que a vos llegan, fuente sola
Y tan llena de furor
De pavor y de destreza
Ante los que te observan huraños

Hoy despierta en su asomo
El anhelo tan pendiente
Y se iluminan la frente
Y las plumas de los cuentos
Que esperaban, siempre prestos
Esta hora. Esta mañana.
Esta noche sola en calma.
¿No lo dijo un día el viento?
Vives hoy, oh, tú, anhelo,
Vives hoy hasta el mañana.

De Wikihisteria, la enciclopedia no-libre (presa de nuestros antojos, claro está):
"Te consumas, anhelo": poema, perorata o alocución similar, consecuencia del monólogo absurdo de cinco minutos de espera al llamado telefónico. Datos sobre el autor sobran, pero son innecesarios. Obra cerrada a la libre interpretación: simplemente resumible en una frase potente, poderosa. Abran sus oídos.

"Hace mucho que no escribo, y de vago, loco. A ver si me pongo las pilas"

Bienvenidos al Círculo Redondo. De Redondos para ustedes, si les parece. Y si no, de Redondos para ellos, para nosotros o para aquél. Para quien lea. Y para quien no.
Desde mí, eso sí: con un mensaje, siempre y cuando nuestra escasa idoneidad lo permita.
Buen viaje, y sean felices.

El círculo cósmico vomitó un no-planeta, un cuerpo imposible. Debía estar hecho de anti-materia, creado por alguna anti-energía misteriosa.

El círculo le franqueó el paso. Su objetivo estaba en ese no-planeta, en esa esfera de un perfecto negro resplandeciente y cautivador. Allí debía cumplir su misión. Se dirigió raudo a su superficie, atravesando espesas capas de enfurecidas nubes negras. Aterrizó en la cima de una colina, negra. Todo, todo en ese lugar era de ese color, hasta la misma luz.

Al aterrizar, se dio cuenta de que había olvidado su misión. La convicción de que algo debía ser cumplido en aquel mundo no lo abandonaba, pero no podía recordar la naturaleza de ese “algo”.

Sin excesivas preocupaciones, contempló en una rápida mirada el paisaje que lo rodeaba. Ese sitio era de una perturbadora belleza, de una inquietante preciosidad. Desagradablemente fascinante. ¡Pero si hasta daba ganas de vomitar de lo hermoso que era!

El terreno era irregular, signado por elevaciones y abruptos precipicios. Cerca de su punto de observación, un gigantesco cañón. Aprisionado por las inmensas murallas de roca, corría un río de un líquido misterioso, más oscuro que el petróleo.

Se dispuso a zanjar el inconmensurable cañón, y atravesar…

-¿Amor, cómo me queda?

El joven levantó los somnolientos ojos entreabiertos, encontrando con la mirada a la chica, quien contemplaba su esbelta silueta, dibujada por un elegante vestido negro, en los espejos del probador. Sus cabellos, lacios y exquisitamente desprolijos, adornaba un rostro acostumbrado a la alegría. Sus ojos oscuros sonreían constantemente.

- Estás hermosa… pero, por favor, lleva el otro… el negro me da dolor de cabeza.

En la terra(za)








Un lunar
dos lunares,
tres lunares:
Tu cintura.

Cuatro lunares,
cinco lunares,
seis lunares:
tu pecho.

Siete lunares,
ocho lunares,
nueve lunares:
tu boca.

Diez lunares,
once lunares
y luego del doce
solo el cielo es el limite.







(a talita)